La historia de Domingos

Nací en Portugal en 1952 y obtuve mi título de medicina en la Faculdade de Medicina de Lisboa en 1975.
Hay dos razones principales detrás de mi decisión de donar un riñón:
- Nunca he tenido ninguna enfermedad significativa ni he necesitado medicación regular. Esto me hace sentir enormemente privilegiado.
- Siempre he creído que deberíamos preguntarnos qué podemos hacer por otras personas, ya sean vecinos o extraños.
No soy una persona religiosa.
Supongo que cada uno de nosotros debe hacerse esta pregunta íntima.

Desde 1980 hasta 2021, trabajé en Nefrología en el Hospital de Santa Cruz (región de Lisboa), habiendo dirigido la Unidad de Trasplante de Riñón durante más de 20 años. En los últimos 5 años también fui el director del Servicio de Nefrología de ese hospital.
Fui Presidente de la Sociedad Portuguesa de Trasplantes durante dos periodos.
Como nefrólogo, al evaluar a varios cientos de candidatos para la donación de riñón, tuve la oportunidad de observar impresionantes ejemplos de generosidad y solidaridad por parte de familiares y amigos de pacientes renales.
Estos ejemplos me inspiraron profundamente. También me influenciaron cuando era presidente de la Sociedad Portuguesa de Trasplantes y desempeñé un papel asesor en la construcción del marco legal de trasplantes en Portugal.
Hace algunos años, decidí llevar a cabo una evaluación para ver si mis condiciones físicas eran lo suficientemente buenas para convertirme en un donante de riñón. En primer lugar, realicé una evaluación médica completa, similar a la que había utilizado durante muchos años para estudiar a los candidatos a donantes.
Cuando vi que todos los resultados de las pruebas eran normales, dejé de actuar como médico en este proceso y oficialmente me presenté como donante de riñón. En otras palabras, me ofrecí voluntariamente para dar uno de mis riñones a cualquiera que lo necesitase, sin importar quién.
Después de ser evaluado por dos equipos de trasplante diferentes, me convertí en el primer candidato para una donación de riñón no dirigida en Portugal.
Algunos meses después, fui operado y uno de mis riñones fue implantado en alguien que no conozco y que no me conoce. Y nunca nos conoceremos el uno al otro.
Todo este proceso se mantuvo en confidencialidad, incluyendo los tiempos.
Más tarde, accedí a la divulgación pública de mi donación. Hice esto con el fin de concienciar sobre la seguridad médica de ser un donante de riñón vivo. Quería demostrar que donar un riñón es menos arriesgado de lo que muchas personas temen.
Este acto de donar un riñón me ha traído una gran alegría, principalmente por dos razones:
en primer lugar, me han dicho que la persona que recibió mi riñón ya no necesita diálisis y está en general buena salud;
y, en segundo lugar, la historia de un médico - un nefrólogo - que donó un riñón parece haber llevado a un aumento significativo en el número de candidatos a la donación en Portugal.

La nefrología es una especialidad en la que hay un continuo progreso científico con un impacto en el estudio y tratamiento de pacientes con enfermedades renales.
El número de personas afectadas por enfermedades renales ha crecido exponencialmente. Es obligatorio que continuemos estudiando formas de prevenir, ralentizar la progresión y tratar esta situación que, todos están de acuerdo, se ha convertido en una epidemia mundial.
Siempre he creído que el tratamiento de los pacientes, principalmente cuando tienen enfermedades crónicas, necesita y merece un enfoque multidisciplinario.
ERA ha jugado un papel significativo en el aumento de la investigación científica y la difusión de la conciencia entre los profesionales de la salud que tratan con patología renal.

ERA es una sociedad científica muy importante ya que permite un gran intercambio de conocimientos entre sus miembros y también con el público en general.
Ser miembro de ERA significa un compromiso particular de pertenecer a una amplia comunidad que tiene la vocación de mejorar la salud de los pacientes renales.