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10 acciones para mantener tus riñones sanos

Vigila tu azúcar en sangre

Los niveles elevados de azúcar en sangre dañan nuestros riñones. La diabetes mellitus se considera una de las principales causas de enfermedad renal. Presta especial atención a una dieta equilibrada para reducir tu riesgo de desarrollar diabetes. Refrénate de consumir azúcar en exceso. Se recomienda no más de 25 gramos de azúcar al día, o seis cucharaditas. Nota: esto incluye también el azúcar oculto en los alimentos procesados. Si estás en riesgo de diabetes, debes mantener un peso saludable y someterte a chequeos regulares. Al igual que con la enfermedad renal, un nivel elevado de glucosa en sangre puede no causar ningún síntoma y, por lo tanto, pasar desapercibido. Si tienes diabetes, entonces debes controlar tus azúcares de cerca y hacerte revisar regularmente la función renal y la orina; esto permitirá detectar cualquier deterioro renal a tiempo.

Vigila tu presión arterial

Si tu presión arterial no está controlada, a largo plazo, puede afectar a tus riñones. Por lo tanto, es importante revisar tu presión arterial con regularidad. La presión arterial alta puede no causar ningún síntoma, por lo que la hipertensión a menudo se diagnostica muy tarde. Si tu presión arterial es demasiado alta, revisa tus hábitos de vida como el peso, la dieta, la ingesta de sal y el ejercicio y habla con tu médico de familia sobre el medicamento. Es esencial tomar cualquier medicación prescrita regularmente y no dejarla por ti mismo.

Evita el exceso de peso

Cada vez más personas tienen sobrepeso u obesidad. Esto aumenta el riesgo de muchas enfermedades, incluyendo la presión arterial alta, niveles altos de azúcar y lípidos. La combinación de estos efectos se llama síndrome metabólico. Las graves consecuencias de la obesidad incluyen la diabetes mellitus tipo 2 y un mayor riesgo cardiovascular. Estos son una seria amenaza para la salud renal. Por lo tanto, intenta alcanzar y mantener tu peso normal. Una dieta saludable y ejercicio suficiente pueden ayudarte a lograr esto.

Reduce tu consumo de sal

La sal es vital para el cuerpo. Sin embargo, en exceso, es perjudicial. Puesto que los riñones tienen que excretar el exceso de sal, un alto consumo de sal ejerce presión sobre ellos. Además, el consumo de sal tiene un efecto negativo sobre la presión arterial y los vasos sanguíneos, aumentando así el riesgo de enfermedad cardiovascular. Se recomiendan de tres a seis gramos de sal al día. Esto equivale a una cucharadita.

Ten cuidado con la sal y sazona tus platos alternativamente con hierbas y especias. Evitar la sal puede ser difícil al principio, pero las papilas gustativas pueden adaptarse rápidamente.

Vigila los alimentos procesados, como el pan, la salchicha, el queso y especialmente los alimentos preparados. A menudo contienen mucha sal oculta.

Consume una dieta equilibrada y saludable

Comer una dieta saludable puede ayudar a prevenir la enfermedad renal en sí, así como a prevenir muchas de las enfermedades que podrían dañar los riñones en primer lugar. ¿Qué significa comer saludablemente?

– Prepara tantas comidas frescas como sea posible.

– Come mucha fruta y aún más verduras – variadas, regionales y de temporada en la medida de lo posible.

– Sirve legumbres como frijoles, guisantes, lentejas, etc. varias veces a la semana.

– Pica una puñado de frutos secos cada día.

– Da preferencia a los productos de grano entero.

– Come pescado en lugar de carne.

– Evita las bebidas gaseosas y limita tu consumo de golosinas – no comas más de 25 gramos de azúcar al día, el equivalente a seis cucharaditas. Siempre ten cuidado con el azúcar oculto.

– Reduce el consumo de sal y sasona tus platos con hierbas y especias como alternativa.

Incluso aquellos que ya sufren de presión arterial alta y diabetes pueden lograr mucho con una dieta y estilo de vida saludables; la presión arterial puede mejorar y la diabetes tipo dos a menudo puede curarse.

Bebe suficiente – preferiblemente agua!

Para que los riñones funcionen bien, necesitan suficiente líquido. Para la mayoría de las personas, esto es al menos de 1,5 a 2 litros al día, y de 2 a 3 litros pueden ser necesarios durante el clima cálido. La deshidratación puede contribuir a la enfermedad renal. El agua mineral, el té sin azúcar o ocasionalmente algo de jugo con agua son ideales para un suministro adecuado de líquidos. El alcohol debe consumirse con moderación.

Los pacientes que ya tienen enfermedad renal o cardíaca deben discutir siempre su ingesta diaria de líquidos con su médico. En este caso, demasiado podría tener un efecto negativo en la salud del paciente.

Mantente en movimiento

No tienes que hacer deportes competitivos para mantener tus riñones saludables. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos de ejercicio moderado cada semana. Esto equivale a aproximadamente un paseo de 20 minutos al día. Si quieres mejorar activamente tu salud, deberías hacer ejercicio el doble de veces, o alrededor de 5 horas a la semana. El ejercicio regular puede, por ejemplo, ayudar a reducir la presión arterial, fortalecer los músculos y mejorar el bienestar general.

Incluso si tus riñones ya están afectados puedes beneficiarte de los efectos positivos del ejercicio regular. La Asociación Europea de Rehabilitación en Enfermedad Renal Crónica comparte algunos ejercicios útiles en su sitio web.

Deja de fumar

Las personas que fuman no están haciendo ningún bien a sus riñones, ni a su salud en general. El consumo regular de nicotina aumenta la presión arterial y causa daño al sistema de filtrado renal. Por lo tanto, intenta evitar los productos de nicotina y el consumo de tabaco.

No tomes analgésicos por más tiempo del que tu médico o el prospecto permiten

Los analgésicos como el ibuprofeno, el diclofenaco, el voltarén o el etoricoxib suelen ser una bendición: inhiben la inflamación y alivian el dolor. Sin embargo, se recomienda precaución cuando se toman con frencuencia, ya que pueden dañar los riñones con el tiempo. Estas sustancias afectan a una hormona que regula el flujo sanguíneo renal. Por lo tanto, nunca tomes analgésicos de venta libre por más tiempo del necesario, discute el uso con tu médico y presta atención a las recomendaciones en el prospecto.

Revisa tu salud renal regularmente

Dado que la función renal puede deteriorarse a lo largo de un largo periodo de tiempo sin ningún síntoma, los chequeos regulares de los que están en riesgo son especialmente importantes. Si estás en riesgo debido al aumento de peso, la presión arterial elevada o antecedentes familiares debes consultar a tu médico regularmente. Además de la evaluación del nivel de creatinina en la sangre y un análisis de orina, también se debe supervisar la presión arterial.

Una prueba rápida de orina debe ser parte de cada chequeo de salud en el médico de familia. Proporciona información valiosa sobre la concentración de proteínas en la orina. Cuanta menos proteína se encuentre en la orina, más saludables estarán los riñones. Las personas saludables excretan 20 miligramos de proteína al día, pero no más de 200 miligramos. Si la prueba muestra 200 o más, deben realizarse más pruebas. En algunos países europeos, ya puede tener la oportunidad de verificar tu función renal en casa, utilizando una prueba de orina de venta libre en la farmacia. Se está trabajando para que la prueba esté ampliamente disponible en el futuro.

El chequeo renal incluye dos pruebas, un análisis de orina para proteínas y un análisis de sangre para evaluar la función renal.

Aun cuando todos los resultados de las pruebas hayan sido normales en el pasado, haz que se revisen tus valores con regularidad. La enfermedad renal se desarrolla lentamente durante un largo período de tiempo. Cuanto antes se detecte la disfunción renal, mejor serán las posibilidades de tratamiento.